miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿Acaso Pasó?

Sentiste lo que sentiste cuando lo besaste
porque sin caer en cuenta yo estaba presente en tus deseos
¡Por eso soy culpable!
por dejar que se sembrase aquel vacío entre los dos.

Que ironía saber que nunca nos dejamos de pensar
y eso, precisamente, es lo que hace innegable la traición
De lo contrario la vergüenza sería visible
y aunque absurdo parezca,
la posibilidad de una inocencia recuperable.

¿Será que en verdad has aprendido a volver a amar?
o ¿Simplemente aprendiste a olvidarme?

En medio de un ego disfrazado en roca
me rio pensando que tú tampoco lo has logrado,
y en aquel presuntuoso pensamiento
consumo mis esperanzas.

Cuánto quisiera que ellas,
mis esperanzas,
no fuesen eternas.


2000.


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