jueves, 27 de marzo de 2014

Entre Nos

¿Escuchas cómo ladran?
- ¿Qué cosa?

¡Los perros! ¿Los escuchas?
- Escucho el ruido, me siento aturdido pero... ¿Perros? No, no lo creo

Bueno, es un decir. Tampoco estoy seguro que lo sean la verdad, pero... ¿Los hueles?
- ¿Olerlos?

¡Sí! ¡Los perros, o lo que sea! ¿Los hueles?
- Huelo el miedo, la pobreza, la miseria pero no sé que sea. Solo sé que están

¿Cómo serán?
- ¿Quiénes?

¡Lo que sean! ¿Cómo serán?. Los olemos, los escuchamos pero no los vemos, tampoco los palpamos y... ¡Sabrá Dios si sean comestibles por si los podemos degustar!

- Es cierto. Mmm ¿Necesitas de todos los sentidos para estar tranquilo?

¿Tú lo estás?
- ¿Qué puedo yo hacer?

Por lo menos cuestionarse como lo hago yo ¡No sé, algo!
- Tú lo hace mucho y la verdad, estamos en lo mismo; encerrados y de poco sirve saber si se tiene o no la razón, si podemos o no disponer de todos nuestros sentidos y ya. Salir de acá ¿La solución? ¿Escapar otra vez?

¡¿Escapar?! ¡No! Hablo de ir a buscar... de liberarnos
- ¿De qué? ¿Para qué?

¡Pues hombre para saber quién tiene la razón, para poder disponer de todos los sentidos, de elegir, de poder cambiar, de hacer lo que queremos porque así lo dictaminamos!

- Pero eso ya lo hemos hecho y precisamente por eso sabes que pueden ser perros, que huelen a miseria y que no podemos verlos... nunca hemos podido. Siempre se ha mostrado lo opuesto a lo que creemos, así que creamos que... es lo que es, sea lo que sea que es.
Sigue pegándole a las teclas y sacándoles informes, que puede bien ser el ladrido que escuchas; y trata de no oler tanto la miseria, que puede ser simplemente la inconformidad de saber que no estás donde quisieras ¡Todo molesta cuando eso pasa!


Viernes 27 de Mayo de 2011.

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