"La cobardía
es asunto de los hombres
no de los amantes.
Los amores cobardes
no llegan a amores
ni a historias.
Se quedan allí."
Tuve una epifanía, una claridad;
Desde el amor, desde lo que me evocas.
Entendí, por ahora, ¡todo!
Mañana tal vez ya no sea así
y entienda otra cosa, o nada...
Ya sabrás cómo es esto,
no sé realmente si lo sepas.
A veces tan lúcidos y radiantes,
tan emotivos y expresivos,
tan llenos de amor y certezas...
Tan decididos.
Otras veces tan frustrados,
decepcionados y tristes,
tan llenos de nada...
Tan inseguros.
Pero ahora, ahora, en la lucidez que siento,
sé que te volviste mi lugar seguro
y en el proceso de estar a tu lado
tomé la absoluta decisión de curarme y sanar
mientras seguíamos encontrándonos
y queriendo estar.
Curarse y sanar no es fácil,
te lo digo.
Pero entraste en tu mente
y juzgaste mi fragilidad.
Me desahuciaste.
No importa, sé qué es eso;
He estado desahuciado antes,
literal y figurativamente.
Simplemente, no lo esperaba venir y
me llegó pronto el volver a sentirme indefenso...
Sin pruebas o resultados.
Te reflejaste en mi miedo y te lo adueñaste.
Nos hemos transferido nuestras inseguridades;
Tú desde tu mundo amoblado,
yo desde mi agobiante turbulencia llena de sueños.
Entiendo tu miedo proyectado en mí.
Y desde el amor, no puedo más que decirte:
¡No temas!
Es solo que me colocaste en tu plano futuro,
dentro de tu mundo perfecto, y claro,
me pusiste a perder en toda proyección posible.
Pero el miedo, ¡ya no es el mío!
La certeza de lo que siento, todo.
Enero 27 de 2025
10:15 am.
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