Te He Vivido

Te he vivido tantas veces, tantos momentos
Te he imaginado ya de tantas formas
Pero lo sabes...
No es lo mismo.

Tengo todos los finales posibles
Eso es mucho más del único que me podrías dar
Lo sé
Eres de una sola oportunidad
 

Acaso ¿ya tuve la mía?
¡Joder!
¿¡Cuándo!?
¿Dónde?
¿Cómo? 

Debería ser motivo de orgullo vivirte más que nadie,
conocerte más que cualquiera en todos los mundos posibles
Todas las posibilidades han sido creadas
Tanto las tuyas como mías, ¡todas! 

Ahora me conozco más
Y sin que lo sepas, lo agradezco sin el gusto de podértelo decir
Estoy igual de cerca de odiarme que de amarte, y eso no puede estar tan mal, me refiero a que no me odiaré, del todo,
esa es la parte buena
Lo otro...
Necesitaría de ti
Y en mi mundo posible no lo hacemos mal, para nada mal...
Somos felices
¿Verdad?

 

Diciembre 11 de 2018.

Paradojas Ebrias

Desde temprano las ganas de ebriedad.

Solía ser más feliz, creo, cuando tomaba

Pensaba cada vez al finalizar de tomar que si la muerte llegase podía ser algo bueno.

Morir feliz, borracho, la apuesta deseada nunca llegó,

acá seguí.

 

La intención consumió mis días y... las botellas.

 

¡En la felicidad no se gasta, se invierte!

Cuando te hace falta, recuerdas

y ya tú decides si retarte a volverla a tener

o simplemente añorarla.

 

Ahora ya no soy tan ebrio

pero pienso que no sé hacerme feliz...

De otra forma, y según lo que la biológica dicta,

cada día es un día menos que me queda para volver a intentarlo.

Hoy, desde temprano, no pensé más que en tomarme otra vez una copa.

 

Y es que también es mucho lo que se inventa de la felicidad en copas, a veces es una mentira descarada.

Son agónicos momentos para buscar un estado (y se busca) con desespero, con ansiedad.

 

Paradójico o no,

mis lagunas quieren que vuelva a ellas,

no me han olvidado, no las he olvidado

soy propietario de ellas,

y mi cabeza no da más

y no conozco otra forma de olvidar.

 

Diciembre 11 de 2018.

Los Mismos de la Barra

Y al final siempre terminamos los mismos en la barra:

solos, auténticos,

nostálgicos, melancólicos,

deseosos, pensativos o 

simplemente ebrios y cansados.

Pero hay algo prudente en todo eso, y es que no envidiamos nada alrededor... 

Sabemos a ciencia cierta y por experiencia,

hemos estado ahí,

que los que están en las mesas elaboran discursos,

ven presas,

alimentan ilusiones,

fabrican mentiras y...

Son taaaan felices, así vendan tristeza.

 

Todos en algún momento se unen a la barra,

otra cosa es que unos nos quedemos mucho más,

y es que la barra es de los solitarios,

por ende siempre habrá campo para otro,

no somos egoístas,

no somos exclusivos

¡Qué paradoja! ¿Verdad?

- ¿Y a quién Coños le preguntas? ¡Estás solo!

- ¡Ups! no sé, pero permíteme responderme a solas...

En la barra.

 

Diciembre 11 de 2018

En la barra de Black María.

Final Temprano

Hoy sería un buen día para morir;
he terminado el trabajo temprano, no más por hacer
Nada por mi:
ni a quién ver
ni a quién escribir
... a quién hablar
se extraña lo que no se puede.

Todo cayó en un receso insoportable.

He terminado el trabajo temprano, no más por hacer
... quedó bien
Lo de otros, siempre me sale bien.
Mis sueños se han cansado
se han ido.

Estoy agotado aunque haya terminado temprano
de pronto, todo, muy temprano
... y sigo aquí
se me ha hecho tarde ahora.

Noviembre 27 de 2020

Ninguna Son Todas

No lloro por una mujer

lloro por todas

ya no hay registro alguno de rostro en mi memoria

hasta mi pasado lo he perdido

nada ha quedado

otra culpa más no recordar

... tanto deseé olvidar.

No lloro por una mujer

lloro por todas

no hay ninguna

la soledad me ha consumido

la tristeza de nombre propio ha partido

la generalidad del consuelo agota,

la palabra de aliento recurrente ahoga.

Creí haberme curado

pero ahora lloro hasta por lo que no ha pasado,

por lo que no he logrado

no lloro por una mujer

lloro por todas

de casis me llené

nunca nada de nuevo ha empezado

pero sí todo ha acabado.

Noviembre 20 de 2020

Aunque No Estarás

Cuando llegue el tiempo de decir adiós
nada le pediré a tu mirada más que
las ganas de querer entender la mía;
tal vez esquiva para evitar las ansias,
tal vez fija para que, por una vez,
me digas que me quede.

Estaré sin palabras con tantas cosas por decirte.
Me llenaré de preguntas y
nuevamente te querré en silencio.

"Tú eres de aquellos para toda la vida" dijiste,
y no tardaste mucho en sacarme de ella.
Me ataste con tu palabra, y ahora es mía la condena.
Recién entiendo que para hablar de "aquellos",
es necesario haber conocido muchos varios;
"para toda la vida", el precio de haberte conocido.

2012

(Recordando, marzo de 2009)