corren dentro de las estaciones hasta que se acaba la plataforma,
saltan en los puertos sobre los tejados hasta el fin de los suburbios,
van hasta la puerta de las terminales,
marchan por los pasillos de los aeropuertos para tocar el vidrio de las salas que los aparta
¿¡Pero qué piensan, qué creen, qué esperan!?
¡Qué locos! ¡Qué desgraciados!
Creen acaso que de pronto todo se detendrá
o que traspasarán muros
o que se podrán escuchar hasta el final mientras se alejan
o de repente un “Vamos vente conmigo, súbete” (o bájate)
y aparecerán mágicamente al lado sin pagar pasaje o con devoluciones
¿¡Qué piensan, qué esperan que pase!?
Si es solo un hasta pronto lo que los separa,
¿Qué los hace "extrañarse" tanto?
¿Acaso los une más el miedo que la esperanza?
Siempre creí que era lo contrario
Yo la verdad no entiendo nada (que pesar)
Y si es un adiós…
qué piensan los enamorados si nadie tiene que partir
¿No sería más fácil quedarse?
¿Hablar un poco? ¡Que se yo!
... y empañan con su vaho al andar
dejan sudoroso todo lo que tocan, todo lo que encuentran
queman sus rostros con lágrimas de sal profunda
tiemblan y se derrumban
aprietan los puños y se consternan
sonríen (a veces)
se desvanecen
sollozan y suspiran
Y se van, y se dejan
y a veces tan solo a veces se olvidan
sea un hasta pronto o un adiós la despedida
*Que suerte tienen esos desgraciados, ellos no piensan.
Jueves 31 de marzo de 2016
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